Punto de vista (Laia Rus)

1- ¿Cuál es tu punto de vista?

Normalmente sentimos y pensamos como nuestros padres, familiares y/o tutores nos enseñaron. Ellos nos enseñaron su punto de vista, y normalmente ese punto de vista está relacionado con el punto de vista cultural y social. Podríamos decir que no somos nosotros los que pensamos cosas por nosotros mismos, sino por hábitos o creencias heredadas, inculcadas o aprendidas de nuestros seres cercanos. Eso no está ni bien ni mal, lo importante es cómo nos afectan a nosotros esos pensamientos. ¿Quizás es bueno revisar nuestras creencias, y hacer una reflexión interna de si eso que somos, eso de lo que estamos hechos, es material de nuestra propia cosecha y de nuestra genuina naturaleza o viene de aprendizajes, herencias y copias de nuestro entorno? Sea como sea, podemos aprender cosas de otros y quedárnoslas, ya que siempre viene bien tener referentes, pero muchas veces solemos quedarnos con conductas tóxicas y no sabemos filtrar qué es sano o no para nosotros mismos. Generalmente nuestro punto de vista viene de nuestro ego, de nuestra personalidad. La personalidad se crea mediante aprendizajes y engloba todo lo que tiene que ver con nuestro cuerpo material y con el mundo de los objetos. Incluyo personas, animales  y todo lo que perciben nuestros con los ojos, desde creencias, valores, ideas, maneras de andar, mecanismos de defensa, formas de comunicarse y expresarse, hasta formas de sentir, incluso hasta nuestra forma de respirar.

Existe otro punto de vista, y no es muy conocido. Normalmente al explorar este punto de vista uno debe de enfocar la mirada interna con constancia y mucho hábito, para comenzar a desenmascararse y reconocerse verdaderamente. Estamos demasiado acostumbrados a identificarnos con nuestro cuerpo, con su forma, con lo que le rodea  y con nuestra manera de ser, la cual da movimiento, color y energía a ese cuerpo. Normalmente solemos apreciar el nuevo punto de vista cuando caemos en un dolor emocional muy fuerte, que nos rompe los esquemas de todo. Hay veces que ese dolor nos ha acompañado siempre y nos ha mantenido rotos siempre, creyéndonos que sentir eso era normal. Otros practican la mediación y conocen nuevos países y personas que les orientan. Sea como sea, el hombre está destinado a reencontrar su esencia, a retornar a su propia naturaleza y algún día vivir en un Planeta dónde nada de origen material le domine. Si el hombre estubiera en paz interna y en completa plenitud, todo sería armónico y estable, en movimiento coherente al ritmo evolutivo de la vida.

2- ¿Qué de tu entorno tiene tanto poder como para generarte cualquier emoción o sentimiento?

Damos poder a cualquier cosa externa para que nos de placer o dolor. Tanto si estamos en el placer o el dolor hay sufrimiento. Si estamos en el placer sufrimos por perderlo, y si estamos en el dolor sufrimos por sentirlo.

Debes reflexionar a qué le das poder.

3- ¿Cuánto tiempo le dedicas al día en pensar en eso que te da placer o dolor?

La cantidad de tiempo que usas, es energía y esencia vital que pierdes. Cuando hay una pérdida, uno se envejece de muchas maneras.

    • Físicamente con arrugas, disminye la energía interna, se crean problemas con el metabolismo, se debilitan la musculatura y los huesos, hay alteraciones hormonales, pérdida de cabello y dientes…
    • Emocionalmente sintiéndonos decaídos y depresivos, enfurecidos y tristes. Energéticamente proyectando mala onda, incluso dejan de funcionar aparatos electrónicos que tocamos, hay luces que se apagan y amistades o amores que se van de nuestra vida.
  • Espiritualmente hay una pérdida de conexión con nuestra esencia, uno ya no sabe ni quien es, ni quien no es, ni siquiera se cuestiona nada, solo está ofuscado en el objeto de placer o dolor, nada más existe. Hay una pérdida de la cordura y el raciocinio.

4- ¿Cuánto tiempo dedicas al día en apegarte a todo lo que te gusta y te da placer?

Todo eso que deseas y quieres obtener, sirve para recordarte que no estás contigo mismo regozijándote de felicidad.

5. ¿Cuánto tiempo dedicas a llenar tu vacío con cualquier cosa externa?

Todo lo que uses para alimentar tu vacío, algún día dejará de existir, y tu te quedarás sin eso que crees que te mantiene vivo y feliz. Te hundirás. Empieza por llenarte a ti de ti mismo. Pero no de un ego, sinó de una esencia, energía, conciencia genuina. Rómpete a pedazos, mira tu ignorancia, reconoce que la has liado parda creyéndote tus mentiras y las de los demás. TU verdad es impronunciable, y es única.

6- ¿Cuánto tiempo dedicas a sufrir por el apego que perdiste?

Realmente, nada podemos poseer, ya que vinimos a este mundo solos, y nos iremos solos. Sólo podemos agradecer tener un cuerpo que nos permite respirar aire, ingerir líquidos y alimentos y expulsarlos por los órganos excretores. Así ya estamos vivos como especie. Todo lo demás no nos es necesario para vivir, aunque nos hayan hecho creer que lo es. Es bueno tenerlo para mejorar la condición de vida de cada uno, pero en el fondo, no nos da la vida. Nuestra idea de la posesión nos hace sufrir y sentir frustración y odio. Y se nos muestra nuestra incapacidad de poseer cuando vemos que eso que tanto deseamos se va, en algún momento. Entonces nos hundimos, hasta que volvemos a ilusionarnos con otro objeto o persona, el cual con el tiempo se rompe, se va o se muere. Y volvemos a empezar, y así continuamente.

Tendemos a idealizar y soñar, a crearnos un mundo hecho como a nuestro ego deseoso de tener y alcanzar quiere.

7- ¿Cuánto tiempo le dedicas a generar energía renovada, a tener pensamientos y hábitos sanos?

De ti depende regular ese tanto por ciento de toxicidad o saneamiento interno. Está claro que si uno piensa mierda, mierda en su cuerpo genera. Es una regla de tres, no deduzco nada, es una obviedad aplastante.

Si cultivamos una conexión interna, si entendemos el funcionamiento de la mente, si revisamos de qué pasta estamos hechos y empezamos  a desenmarañar la maraña de lo que nos hemos creído que somos… si sustituimos los pensamientos, sentimientos, deseos y acciones de posesión, deseo y dependencia por aceptación y agradecimiento absoluto, nuestras células empezarán a nutrirse con nuevas energías, provocando que nuestro organismo interno funcione sin bloqueos energéticos y físicos, nuestra piel no tenga carencias de sustancias ni nutrientes, nuestros huesos, músculos, nervios, articulaciones, tendones estén en plena forma y resistentes, nuestros deseos desaparezcan, la neutralidad se asiente en nuestra cotidianidad manteniendo el equilibrio emocional como una balsa que flota en un mar tranquilo, nuestra percepción se enfoque en el ahora, en cualquier acontecimiento natural que suceda, como el caer de las gotas de agua, el ritmo musical provocado por el picoteo de los pájaros, el sonido de nuestra respiración al entrar y salir de los orificios nasales, el viento rozando la piel, el gesto de ternura de una madre con su hijo, el latido de nuestro corazón, la vibración de la tierra, y miles de sensaciones más que nos ofrece la naturaleza, la misma que lleva desde que existe cantándonos su melodía, y ahora nos pide a gritos que recordemos que solo se trata de volver a ese punto de vista… que el otro no importa, que no lleva nada más que a la pérdida.

PASO 1: Detecta la mierda. CUESTIONATELO TODO.

PASO 2: Limpiala. SANALA.

PASO 3: No vuelvas a generarla.  RESPONSABILIZATE. MADURA.

Laia Rus